lunes, 13 de diciembre de 2010

Una cita clarividente

"Valparaíso", escrita por Joaquín Edwards Bello y publicada en Santiago en 1931, es una obra deliciosa, trufada de citas y reflexiones de tal hondura y clarividencia que incluso hoy somos capaces de reconocernos a nosotros mismos y a los "tipos sociales" que en la novela se describen. Más allá del tiempo y la distancia, la obra rezuma universalidad y, sobre todas las cosas, vitalidad... Sirva de ejemplo la siguiente cita que recogemos a continuación. ¿Acaso no resulta actual?
"Algunas personas pretenden encontrar la felicidad por inhibición o aislamiento. Se dicen para su capote que no vale la pena hacerse mala sangre; se aíslan y simplifican sus deberes hsta reducirlos a un mínimo, esperan, de esta manera, no verse envueltas en dificultades. Si son ricas, ocultan su situación de holgura para evitar la codicia y envidia. Si tienen hijos, les buscan excelentes niñeras, buena ropa y colegio; luego se dicen: yo hice lo posible. No obstante, cada persona trae al mundo una deduda de dolor, y ha de pagarla quieras que no. El Destino descubre a las personas que intentan eludir dicho pago, aunque se soterren".

2 comentarios:

  1. Al margen de su clarividencia o no, me parece una cita perturbadora. Antes de ser feliz hay que pagar cierto peaje de dolor ¿Cierto? Parece un mensaje cristiano... hay que atravesar el valle de lágrimas antes de ser feliz en el Paraíso prometido. Un Paraíso que siempre había estado en el cielo y que Edwards promete en la tierra, la felicidad, un Paraíso, al fin y al cabo.

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  2. Comparto lo que dices... y la cita me suscitó sensaciones encontradas. Creo que por eso mismo la introduje en el blog. ¡Huyamos del dolor que es un peaje para alcanzar el paraíso cristiano! Esa es también mi opinión... Al mismo tiempo pensaba en que quizá en la sociedad (occidental) actual estemos cayendo en el otro extremo, dadas las comodidaes, el "confort" al que estamos acostumbrados... Y creo que en ese momento sí caemos en un error - aquí sí me parece lúcido Edwards Bello- porque, por más que intentemos evitarlo, la vida implica dicha, placer, pero también dolor... Y lo más sano es aceptarlo. Aprender a convivir con él en algunos momentos. E intentar superarlo para crecer -y vivir mejor-. Creo que a eso se refiere con la "deuda de dolor". A que la vida tiene también esas cosas, por más que algunos intenten escapar de ella mediante "por inhibición o aislamiento".

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